Anoche fuimos a ver un concierto.
La iglesia de San Ignacio de Loyola, la mas antigua de Buenos Aires, próxima a cumplir sus 300 años, ha iniciado una campaña en pro de la restauración y puesta en valor de su hermoso edificio.
Para juntar fondos se organizó el 2do Festival de Música Antigua Barroca Iberoamericana, los conciertos se están dando en las iglesias del casco histórico y ayer le tocó a la parroquia de San Pedro Telmo.
Estaba colmado de gente, muchos señores de traje y corbata y señoras bien arregladitas, estiradas y con perfume francés, que a la hora de entrar se las rebuscaron para pasar por el costadito sin pagar el bono contribución ($10- $30 o $50)
El de anoche fue particularmente hermoso. El Grupo de Canto Coral que dirige Néstor Andrenacci, que es uno de los mas prestigiosos del continente, con el acompañamiento de un conjunto instrumental, repasó la música que se escuchó en las catedrales americanas durante los siglos XVI y XVII, centrándose en las obras de Gaspar Fernández, un compositor portugués de la segunda mitad del siglo XVI, al que le gustaba hacer parodias del habla de los distintos grupos étnicos de América, incluyendo a los indios, los esclavos de Guinea y los gallegos. De ellos tomaba no solamente el habla sino su música,que reelaboraba polifónicamente.
Después de disfrutar el concierto salimos caminando por Defensa, mirando a los turistas que aún a esa hora andan cerveceando por San Telmo, y nos detuvimos en Pirillo (Defensa casi Independencia , "la mejor pizza de Buenos Aires" ). Comimos de parado, servidas con el pedacito de papel de estrasa, unas porciones de muzzarella y unas de fugazzeta chorreante. Mortal!
Cuando terminamos, dedos aceitosos y sabor a moscato, ya se había esfumado toda ese aura de culturosa santidad que se me había pegado al escuchar la música de las misiones jesuíticas durante mas de una hora.
Y sali tarareando "moscato, pizza y fainá" al mejor estilo de Menphis la blusera!
Que se le va a hacer!
La iglesia de San Ignacio de Loyola, la mas antigua de Buenos Aires, próxima a cumplir sus 300 años, ha iniciado una campaña en pro de la restauración y puesta en valor de su hermoso edificio.
Para juntar fondos se organizó el 2do Festival de Música Antigua Barroca Iberoamericana, los conciertos se están dando en las iglesias del casco histórico y ayer le tocó a la parroquia de San Pedro Telmo.
Estaba colmado de gente, muchos señores de traje y corbata y señoras bien arregladitas, estiradas y con perfume francés, que a la hora de entrar se las rebuscaron para pasar por el costadito sin pagar el bono contribución ($10- $30 o $50)
El de anoche fue particularmente hermoso. El Grupo de Canto Coral que dirige Néstor Andrenacci, que es uno de los mas prestigiosos del continente, con el acompañamiento de un conjunto instrumental, repasó la música que se escuchó en las catedrales americanas durante los siglos XVI y XVII, centrándose en las obras de Gaspar Fernández, un compositor portugués de la segunda mitad del siglo XVI, al que le gustaba hacer parodias del habla de los distintos grupos étnicos de América, incluyendo a los indios, los esclavos de Guinea y los gallegos. De ellos tomaba no solamente el habla sino su música,que reelaboraba polifónicamente.
Después de disfrutar el concierto salimos caminando por Defensa, mirando a los turistas que aún a esa hora andan cerveceando por San Telmo, y nos detuvimos en Pirillo (Defensa casi Independencia , "la mejor pizza de Buenos Aires" ). Comimos de parado, servidas con el pedacito de papel de estrasa, unas porciones de muzzarella y unas de fugazzeta chorreante. Mortal!
Cuando terminamos, dedos aceitosos y sabor a moscato, ya se había esfumado toda ese aura de culturosa santidad que se me había pegado al escuchar la música de las misiones jesuíticas durante mas de una hora.
Y sali tarareando "moscato, pizza y fainá" al mejor estilo de Menphis la blusera!
Que se le va a hacer!
La foto: La Iglesia de San Ignacio tomada hoy al mediodía desde la esquina de mi depto.