martes, 31 de enero de 2012

Tango Roto


He estado soñando ser una mujer de rojo.

Sueño su escote, su cintura, sus largos dedos,

y la sombra de ella, de alas apacibles.


En el sueño hay un poema escrito en un idioma raro,

un perro negro que lame sus heridas,

y un gorrión sentado sobre un cuaderno.


El pájaro ha estado golpeando en un espejo;

con una voz sin sonido que dice mi nombre

para recordarme que me está esperando.


En el sueño puedo escuchar el aleteo de mi sombra,

que viene descalza a bailar sobre mi alma

con sonidos huecos de vidrios y metales.


Es mi espejo, es mi sueño y es mi sombra.

Es el recuerdo de las voces encerradas.

Es mi cuerpo, que esconde tantos laberintos


En mi sueño soy la mujer que baila sola el tango roto,

La que busca ese camino que aún no ha conocido,

para algún día, llegar a ser la que pretende.




Silencios


Silencios

que se pierden

en el alma.

Nubes

que se pierden

en el cielo.

Aire cálido

y sueños

que se pierden

en la tarde.

La lluvia

me mojaba

y el agua

descendió

desde los bordes

de mis ojos

hasta crear

el llanto

que ahora

me incendia.